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Juanito…en los medios  

La niñez olvidada por Patricia Lanatta.
Juanito Laguna, el personaje del pintor Antonio Berni, brilla en una puesta que invita a reflexionar.
Estamos en la estación Berni y veremos lo que sus cuadros proponen: el concepto de collage y reciclaje. La puesta desarrolla en efecto, una estructura de diapositivas que disparan el gran Buenos Aires, con sus cada vez más proliferadas villas miserias. Se sitúa en sus interiores, dolorosos. Todo el tiempo invita al espectador a ingresar a una geografía recostada en los márgenes, en la falta de recursos para sustentar vidas dignas. Allí se sitúan el niño y su inseparable mascota, con ella comparte el hambre de muchas cosas, también el sueño de transformar su realidad.
La técnica de manipulación directa sobre los objetos y títeres (de notable realización plástica) es preciosista, de diminutos movimientos. En algunos tramos las titiriteras articulan las figuras de a dos, con gran habilidad. Vestidas de negro, con gorras que apenas muestran sus rostros, se asimilan a la estética propuesta: la poesía de la pobreza. Y ahí va Juanito, que no tiene rostro porque el representa a tantísimos niños de aquí y de allá, esperando respuesta de los estados ausentes.
La compañía La Mirabilia despacha su critica social através de una dramaturgia visual contundente, que excluye el dialogo dramático, que recaen el lenguaje onomatopéyico, en voces en off de niños y del propio Berni, ingredientes que actualizan aun mas un relato que (nos) duele.
Desde un viejo televisor, una periodista anuncia tormenta, esa que en minutos azotara la primitiva vivienda. Paradójicamente, la tragedia se fusiona con imágenes muy bellas, que se traslucen desde el interior de lo que queda. En este punto la obra se tiñe de un color infinitamente azul y subraya lo que no miramos.
Hay un gran trabajo- muy elogioso – de investigación de los materiales utilizados. Se destacan especialmente la música y la iluminación. La puesta logra seducir y hacer pensar a los espectadores.
Crítica publicada en la sección “Pido gancho” de la Revista Pulpo de aire Nº 2, Nov.  de 2008.
(Patricia Lanatta es crítica especializada en Teatro para niños y Teatro de Títeres. Investigadora teatral del CIHTT del C.c Ricardo Rojas y el área de Artes escénicas del C. c de la Cooperación. Miembro jurado del Premio Atina y del Premio Teatro del Mundo de la U.B.A y el C. c. Rojas)





Suplemento Radar, Pagina 12.
La 6º edicion del Festival de Títeres para Adultos de la Ciudad de Bs. As. Por Joaquín Perez.

En esta magnifica puesta, donde cada parte del escenario recuerda a una obra de Berni, se cuenta la historia de “Juanito laguna”. Utilizando una técnica mixta, que incluye manipulación de objetos y teatro de sombras, “Juanito…a la orilla” deleita con una serie de viñetas acerca de la vida y la imaginación del personaje de Berni, este niño que según las propias palabras del pintor “es un niño pobre pero no un pobre niño”.
La música, compuesta por Maximiliano López y Mauro Angelini, acompaña la melancolía de estos personajes construidos con desechos y rezagos.
Las manipuladoras Marisa Taboadela y Silvina Bastías, en escena, con la tradicional ropa negra que sirve para disimularlas al ojo del espectador, se complementan para animar a Juanito y su perro, entre otros personajes.
Se destacan el trabajo de investigación en la realización del escenario y los títeres, todos un fidedigno eco del trabajo de Berni.
Juanito... a la orilla es la mejor excusa para repasar la obra del artista.


Publicado el 7 de Junio de 2009




Homenaje y recreación de la serie “Juanito Laguna” de Antonio Berni, Por Lara Gorfinkiel.
Después de ver esta obra pareciera ser que la serie del pintor fue pensada para hacer con títeres. Explorando diferentes técnicas como los títeres de mesa y el teatro de objeto, a través del trabajo con sombras y con proyecciones tenemos la sensación de estar atravesando toda la serie de aquellas pinturas que dieron vida a Juanito.
Pintura en movimiento; casi sin texto, y con una música precisa vemos a “un niño pobre, no un pobre niño” andar con su perro y su carrito. Echado de su casa por la lluvia pero no solo por eso, sobre el hogar de Juanito la autopista y con ella los autos, y con los autos el ruido, la publicidad, las miles y miles de voces que hablan sin decir nada y las miles y miles de voces que hablan en silencio sin ser escuchadas.
Cuando se usa la materialidad del arte para hacer arte siempre es bueno. Este Juanito no tiene boca y no tiene ojos, llama la atención si pensamos cuan característicos son los ojos en los cuadros de Berni, ojos grandes y miradas tristes. Es bueno recordar que la imagen de Juanito no es un parte del paisaje, desnaturalizar la mirada, abrir los ojos bien grande como los de Berni, para que no perdamos la capacidad de ver, como le pasó a este Juanito.
Un trabajo excelente; recomiendo profundamente una obra bellísima.


Artículo publicado el 21 de junio de 2009 en el sitio Web "reseñas de cine y vida. blogspot.com"










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